Respuesta rápida: Cámbiale el agua. ¡O el vaso!
¿Cómo?
Mejor te dejo leer lo que me ha contado mi amiga Marga:
«El otro día estaba hablando con una amiga sobre un tema familiar que también tenía que ver con su trabajo (una empresa familiar). Me contaba todo de una manera tan complicada que casi me dio dolor de cabeza de escucharla.
«Le propuse que me contara lo que le pasaba usando unos símbolos. Esto es lo que me enseñó para que yo entendiera exactamente cómo se sentía:
«Ahora podía entender un poco más cómo se sentía. Yo hice mi propia interpretación: que se estaba ahogando (**Agua**) en un entorno que era como un laberinto por el que iba todo rodado, y ella enfundada en un mono y un casco que le asfixiaba (**Moto**), por lo que creía que iba a morir dentro de nada. ¿Literalmente? ¡Por supuesto que no!
«Pero yo me hice una idea, y eso bastó para que mi amiga se sintiera entendida.
«Yo le conté mi interpretación y ella reaccionó con una mezcla de sorpresa y diversión por darse cuenta lo fácil que es transmitir sensaciones y sentimientos.
«Para ayudarla a tener otro punto de vista, moví una carta y cambié otra:
«Mi amiga sonrió: «¡Visto así, parece otra cosa!».
«Luego hablamos sobre cómo se podía distanciar «como si estuviera en un globo y lo viera todo desde arriba» y eso le ayudó mucho más a sobrellevar la situación.
«Desde entonces, cada vez que nos pasa algo complicado, usamos el ROUTE COACHING GAME para tener nuevos puntos de vista y plantearnos las cosas de otra manera.
«¡Y además, siempre terminamos riéndonos de los problemas!
«¡Una gozada!
«Gracias por enseñarme tu juego, Angel»
A ti por compartirlo, Marga!